Paul
Marlor Sweezy (New York, 1910- 2004) fue un marxista y economista
estadounidense. Estudió en la Universidad de Harvard, donde se
graduó en 1931. Después de graduarse, asistió durante un año la
London School of Economics,
donde se acercó al marxismo a partir de las lecciones de Harold
Laski, un exponente principal del Partido Laborista, y de la lectura
de la Historia de la Revolución Rusa de León Trotsky. Fue
discípulo de Schumpeter, con quien trabajó y que le apoyó a
finales de los treinta y comienzos de los cuarenta. Dedicó
prácticamente toda su vida profesional a la docencia y a la
investigación. Sus trabajos, de orientación radical, influyeron en
numerosas generaciones de economistas y científicos sociales de
Europa y América Latina. En 1949 fundó, junto a Leo Huberman, la
“Monthly review”. Entre sus obras destacan Teoría del
desarrollo capitalista (1942), El capital monopolista
(1966), escrito en colaboración con Paul Baran, Sociedad
posrevolucionaria (1980), Cuatro lecturas sobre el marxismo
(1981) y El marxismo y el futuro (1982).
Primera
Parte: Valor y Plusvalía
Capítulo
I
El
método de Marx
En
este capítulo Paul Sweezy explica las característica fundamentales
del pensamiento de Marx ante la economía política: el uso de la
abstracción y el carácter histórico.
El
uso de la abstracción
Según
el autor, en el prefacio de la Crítica de la economía política se
descubre el intento de Marx y la primera de las hipótesis de su
construcción económica. El intento sería describir la anatomía de
la sociedad y la sucesiva hipótesis es que el secreto de su
funcionamiento está en la economía política. En otras palabras,
que una ley económica esta detrás del desarrollo de la vida en la
sociedad. Todo esto a través de el denominado método de las
aproximaciones sucesivas, que consiste en avanzar paso a paso de lo
más abstracto a lo más concreto. De tal modo que se construya una
teoría capaz de explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos
reales. Marx recoge, además de Hegel, aquellos elementos que hacían
énfasis en el proceso y en el desarrollo a través de conflictos
entre fuerzas opuestas o contradictorias. Por tanto, reduce todas las
relaciones sociales a las que existen entre capital y trabajo. Esta
es para Marx una relación de cambio, es decir, el capitalista compra
fuerza de trabajo al obrero y el obrero recibe del capitalista dinero
necesario para vivir.
El
carácter histórico del pensamiento de Marx
El
carácter histórico del pensamiento es fundamental para Sweezy por
la consideración de la realidad social como el resultado del proceso
de cambio inherente a un juego de relaciones de los factores de
producción.
Capítulo
II
El
problema del valor cualitativo
La
tarea de la economía política no solo es cuantitativa sino también
cualitativa. El economista debe dirigir su atención al carácter de
las relaciones sociales subyacentes a la producción de mercancías.
Se llama mercancía a todo lo que se produce para el intercambio, no
para el uso directo del productor. Por
este el estudio de las mercancías es el estudio de la
relación económica del cambio.
Dada
esta situación, para Marx, el economista puede hacer un estudio de
la relación de cambio desde un doble punto de vista: la relación
entre los productos, al que se llamará el problema del valor
cuantitativo; y la relación entre los productores, cuyo análisis se
hará bajo el título del problema
del valor cualitativo.
Valor
de Uso
El
Valor de uso es la relación entre el consumidor y el objeto
consumido. Concretamente, aquella que constituye a éste en su
condición de bien en el orden económico. En tanto que se trata de
una relación entre el hombre y una cosa, y no de una relación
social, Sweezy, siguiendo a Marx, asegura que el valor de uso
(también denominado utilidad) no pertenece al objeto de estudio de
la economía política.
Valor
de cambio
La
calidad de las mercancías determina que los productos tengan valor
de cambio. El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa
entre las mercancías mismas.es esta cualidad la que constituye, por
tanto, un producto en una mercancía.
Para
Marx, una mercancía es una valor de uso u objeto de utilidad y,
además, es un valor. Como valor de uso, la mercancía es un rasgo
social universal. Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma
histórica específica de una sociedad que se distingue por dos
características principales: la división del trabajo desarrollada y
la producción privada.
Es
esta afirmación la que llevó a Marx a identificar el trabajo como
la sustancia del valor.
Trabajo
y valor
La
mercancía es siempre, para Marx, el resultado de un trabajo, que
puede ser considerado:
a)
Como trabajo específico (trabajo útil), es decir, el que se
necesita para producir una determinada mercadería.
b)
Como trabajo (trabajo abstracto), simplemente en general, que es lo
común a toda actividad humana productiva.
En
la construcción de su teoría, Marx considera el trabajo como
trabajo abstracto, reduciéndolo a un común denominador, de manera
que las unidades de trabajo puedan ser comparadas entre sí y
sustituidas unas por otras, sumadas y restadas, y, finalmente,
agrupadas para formar un conjunto total, el de la capacidad social de
producción.
Sweezy
afirma, además, que esta hipótesis de Marx se fundamenta en una
realidad a la que ha llegado el propio capitalismo, en el que la
movilidad de ocupación por parte de los trabajadores es absoluta.
En
el mundo capitalista, la relación básica entre los productores de
mercancías «adopta a sus ojos la fantástica forma de una relación
entre las cosas»: lo que es una relación social, hombre con hombre,
es tomada como una relación entre las cosas. Esta dosificación,
este desplazamiento de lo que es relación humana por una relación
entre mercancías, es como nos dice Sweezy, el corazón y la médula
de la teoría del fetichismo de las mercancías de Marx.
Este
traslado hubiera sido imposible antes de la aparición del
capitalismo, ya que las relaciones de producción conservaban un
carácter personal muy evidente. Pero cuando se produce en Europa
Occidental en el S. XVII y XVIII, la despersonalización de las
relaciones productivas, debido a su desarrollo y complejidad, el
productor individual trata con los demás sólo a través del
mercado, en el que los precios y las cantidades se convierten en
realidades sustanciales.
Es
aquí donde la historia del desarrollo humano se separa de la
historia del trabajo. Esta situación hace que se de una expropiación
del verdadero valor y es ahí donde se da una “cosificación” del
sistema. No hay relaciones, hay objetos. Todo está fragmentado. El
trabajo adquiere un valor de pura mercancía.
Capítulo
III
El
problema del valor cuantitativo
Primer
paso
La
tarea del valor cuantitativo es la de descubrir la naturaleza de las
leyes en términos cuantitativos. Es inherente a toda sociedad que el
trabajo se aplique a la producción y que ésta sea distribuida entre
sus miembros. Lo que cambia a lo largo de la historia es el modo de
organizar las actividades de producción y distribución. El valor de
cambio es así un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación
de la actividad productiva. Descubrir la naturaleza de estas leyes en
términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor
cuantitativo.
El
papel de la competencia
En
una sociedad de producción simple la oferta y la demanda estarían
equilibradas y el precio de la mercancía coincide con su valor real.
El
papel de la demanda
El
problema del valor cuantitativo es más amplio que la mera cuestión
de las proporciones del cambio, y de que incluye un estudio de la
asignación cuantitativa de la fuerza de trabajo de la sociedad a las
diferentes esferas de la producción en una sociedad de productores
de mercancías. Si se desea conocer tanto la proporción del cambio
como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases
de información: la información sobre el costo relativo en trabajo y
la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y
otro.Cuando se piensa en las tareas de la teoría del valor
cuantitativo, no se puede prescindir de la pauta de las necesidades
del consumidor. Hay dos razones fundamentales que explican el visible
desdén de Marx por este problema: bajo el capitalismo la demanda
efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las
necesidades de los consumidores; y la cuestión de la distribución
del ingreso.
“Ley
del valor” vs. “Principio de planeación”
La
ley del valor resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora
de mercancías que regula: las proporciones del cambio de mercancías,
la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de
trabajo a las diferentes ramas de la producción.
Una
de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que
en una sociedad productora de mercancías, a pesar de que las
decisiones no se toman de un modo centralizado y coordinado, existe
el orden y no simplemente el caos. En la medida en que la asignación
de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la
ley del valor pierde su pertinencia y su importancia; el principio de
la planeación la sustituye.
El
valor y el precio de la producción.
El
precio es la expresión monetaria del valor. Los precios de
producción son las modificaciones de los valores (de acuerdo con
ciertas normas generales).
Precio
de monopolio
Los
elementos de monopolio dificultan el funcionamiento de la ley del
valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción
y de cambio. El monopolista controla la oferta aprovechándose de la
demanda y precio y cantidad producida son diferentes de lo que serían
en un régimen de competencia.
Las
relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio, a
diferencia de las de valor cualitativo.
Capítulo
IV
Plusvalía
y capitalismo
Es
importante no confundir la producción de mercancías con el
capitalismo si bien es cierto que un cierto grado de desarrollo de
esta producción es necesaria para la aparición del capitalismo.
El
capitalismo
La
propiedad de los medios de producción perteneces a individuos
diferentes de los que realizan el trabajo. Tanto medios de producción
como fuerza de trabajo son mercancías, objetos de cambio y
portadores de valor de cambio. La compra y venta de fuerza de trabajo
es la característica específica del capitalismo. La relación se da
Dinero-Mercancía-Dinero y la diferencia entre D y D es lo que Marx
llama la plusvalía
El
origen de la plusvalía
Es
conversión de la fuerza de trabajo en mercancía y en su
correspondiente valor de cambio.
Los
componentes del valor
El
valor de cualquier mercancía producida en las condiciones del
capitalismo se puede dividir en tres partes:- La primera sólo
representa el valor de los materiales y la maquinaria usados, es el
capital constante.- La segunda restituye el valor de la fuerza de
trabajo, es el capital variable.- La tercera parte es la plusvalía
misma. Valor total= c+v+p
La
tasa de la plusvalía
La
tasa de la plusvalía es la forma capitalista de lo que Marx llama la
tasa de explotación, es decir, la proporción de trabajo excedente
con respecto al trabajo necesario. Si por ejemplo, la clase
explotadora se queda con el producto del trabajo excedente, la tasa
de plusvalía sería del 100%.
Su
magnitud está determinada por tres valores: la duración del día de
trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y
la productividad del trabajo.
La
composición orgánica del capital
Es
una medida de la relación del capital constante con respecto al
capital total, es decir, una medida de la amplitud en que el trabajo
es provisto de materiales, instrumentos y maquinarias en el proceso
productivo.
La
tasa de ganancia
Es
la proporción crucial para el capitalista, la proporción de la
plusvalía con respecto al desembolso total de capital. Desde el
punto de vista analítico debe considerarse como dependiente de las
dos variables más fundamentales, la tasa de la plusvalía y la
composición orgánica del capital. En cuanto a los factores que
determinan la tasa de ganancia, es fácil demostrar que son idénticos
a los factores que determinan la tasa de la plusvalía y la
composición orgánica del capital. Como en el caso de la tasa de la
plusvalía, en el de la tasa de la ganancia se supone la igualdad
general entre las industrias y las empresas. Si bien, nos encontramos
con un problema, si tanto las tasas de la plusvalía como las tasas
de la ganancia son iguales en todas partes, se sigue entonces que, si
el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del
valor, la composición orgánica del capital debe ser también la
misma en todas partes.Es, por lo tanto, inevitable la conclusión de
que en el mundo real de la producción capitalista, la ley del valor
no ejerce un control directo. Si se demuestra que las modificaciones
son de poca importancia, el análisis basado en la ley del valor
quedará justificado; si, por otra parte, resultan ser bastante
grandes para alterar el carácter esencial de los resultados,
entonces, ciertamente, tendremos que abandonar la ley del valor y
buscar un nuevo punto de partida.El hecho de que la ley del valor no
sea válida en el orden económico capitalista depende, según Marx,
de un factor o serie de factores que no constituye sino más bien
oculta la esencia del capitalismo.
Segunda
parte: El proceso de acumulación
Capitulo
V
La
acumulación y el ejército de reserva
Sweezy
se propone en este parte explicar la teoría de Marx sobre el proceso
de acumulación y como este está relacionado con el valor de la
fuerza del trabajo y el salario de los obreros. Implícita en el
proceso de acumulación va la demanda acrecentada de fuerza de
trabajo, y según la ley del valor esto significaría que el precio
subiría: cuando la demanda sube, el precio hace lo mismo. Pero este
ley de valor no se puede aplicar a la mercancía fuerza de trabajo
porque la fuerza de trabajo no es una mercancía como otras. Para la
existencia del capitalismo la plusvalía es esencial, y la plusvalía
depende una diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el
valor de la mercancía que el trabajador produce. Para el capitalismo
es entonces necesario mantener los salarios al valor de la fuerza de
trabajo. Pero ¿cómo se mantiene el salario en el mismo nivel del
valor de la fuerza del trabajo?
Sweezy
compara la explicación de Marx con la de la teoría clásica. La
teoría clásica explica el desarrollo del precio de la fuerza de
trabajo como algo que depende del desarrollo demográfico. Ricardo
explica que el trabajo tiene un precio natural y un precio de
mercado, donde el primer precio es “el precio necesario para que
los trabajadores puedan subsistir y perpetuar su raza”. El
precio natural del trabajo equivale, según Sweezy, con el concepto
marxista de fuerza de trabajo. El precio del trabajo tiende a
ajustarse al precio natural del trabajo, y el mecanismo necesario
para asegurar que los salarios permanezcan más o menos al nivel
convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población;
la teoría malthusiana. Cuando la teoría de Malthus no podía
explicar el descenso en la curva de las tasas de natalidad en la
década de 1870, la teoría no pudo sobrevivir. Y los economistas se
vieron obligados a abandonar la teoría de la población y con ella
la teoría clásica de la evolución económica.
La
solución de Marx: el ejercito de reserva del trabajo
Marx
rechaza la teoría de la población como fundamento de su teoría, y
hace la pregunta: “¿qué es lo que detiene los salarios, de tal
modo que la plusvalía y la acumulación puedan seguir siendo los
rasgos característicos y esenciales de la producción capitalista?”.
Marx lo explica con desplazamiento de los trabajadores por la
maquinaria, e introduce su concepto de “ejército de reserva del
trabajo”, o “población excedente relativa”. El
ejército de reserva consiste en trabajadores desocupados, que
ejercen una presión constante en el nivel del salario. Mientras en
la teoría clásica era el desarrollo demográfico lo que decidía el
precio del trabajo, es la introducción de la maquinaria, el ejército
de reserva de trabajo y las crisis en el capitalismo lo que para Marx
conserva el valor del salario al mismo nivel que el valor de la
fuerza de trabajo. El proceso es como sigue: La introducción de la
maquinaria “libera” obreros, y así crece el ejército de reserva
del trabajo. Pero la maquinaria también significa un aumento en la
acumulación del capital, que resulta en una apertura de un nuevo
mercado o de una nueva industria. Así desaparece el obstáculo que
frena el aumento de los salarios. Para frenar esto, viene la crisis.
Las crisis toman lugar como mecanismo capitalista para reconstruir el
ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a proporciones
muy pequeñas. Para Marx los cambios en los métodos de producción
(la maquinara) y las crisis son condiciones necesarias para prolongar
la existencia de la producción capitalista (donde la plusvalía es
componente esencial).
Capitulo
VI
La
tendencia descendente de la tasa de la ganancia
La
formulación de la ley por Marx y Las causas contrarrestantes
La
ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia fue
formulada por Marx y en este capitulo es presentada por Sweezy. Marx
suponía que la plusvalía era constante, y que la tasa de ganancia
(g) varía en sentido inverso de la composición orgánica del
capital (o). Cuando o sube, g va a caer. Marx enumeraba seis
elementos que contrarrestan y anulan esta relación entre la tasa de
ganancia y la composición orgánica del capital. Ellos son 1) el
abaratamiento de los elementos del capital constante, 2) el aumento
de la intensidad de explotación, 3) la depresión de los salarios
más abajo de su valor, 4) la sobrepoblación relativa y 5) el
comercio exterior, y 6) la forma de calcular la tasa de ganancia.
Una
crítica de la ley
Aunque
sí haya una tendencia descendente en la tasa de ganancia, una
tendencia que también la teoría clásica ha tratado entender,
Sweezy rechaza la ley de Marx, donde el aumento de la composición
orgánica del capital explica esta tendencia. Sweezy puntualiza los
problemas con la suposición de Marx que la plusvalía es constante
cuando la composición orgánica sube. Él explica que cuando sube la
composición orgánica, la productividad sube. Si la plusvalía
mantiene su valor constante aunque la productividad suba, esto
significa que los salarios están subiendo. Pero eso es contrario a
la teoría de Marx sobre la relación entre maquinaria, salario,
ejército de la reserva y crisis, que Sweezy explicó en el capitulo
anterior, y también contrario a lo que dice Marx en otras partes de
su libro sobre la relación entre la productividad del trabajo y la
tasa de la plusvalía. Sweezy cita Marx, donde él explica como el
aumento en la productividad del trabajo es un medio de producción de
plusvalía.
Sweezy
explica que la acumulación actúa para aumentar la demanda de
salarios. Si otros factores no cambian, una elevación de los
salarios significa una reducción en la tasa de la plusvalía, algo
que significa también un descenso en la tasa de ganancia. Según
Marx, el proceso de producción capitalista es esencialmente un
proceso de acumulación, y así se puede decir que hay una tendencia
descendente en la tasa de ganancia en el capitalismo. Pero, según
Sweezy, parece seguro que un aumento en la composición orgánica del
capital tenderá a restablecer y aumentar la tasa de plusvalía.
Introduciendo maquinaria y otros recursos para economizar trabajo,
los capitalistas procuran mantener la tasa de ganancia en su nivel
anterior, y aun elevarla por encima de él. Según Sweezy entonces,
se tiene que entender el sentido que tiene la composición orgánica
del capital para la tasa de ganancia en esta manera, y no como Marx
lo propone en su ley de la tendencia descendente de la tasa de la
ganancia.
Sweezy
centra entonces su interés en las fuerzas en la sociedad que tienden
a deprimir la tasa de ganancia, y ellas que tienden a elevarla. Los
sindicatos trabajan para mejorar las condiciones de los obreros, y
así deprimir la tasa de ganancia de los capitalistas. También el
estado actúa en ciertas ocasiones en beneficio de los trabajadores,
y otras veces actúa en beneficio del capital. Además, las
organizaciones patronales, la exportación del capital y la formación
de monopolios tienden a elevar la tasa de ganancia.
Tercera
Parte: Crisis y Depresiones
Capítulo
VIII
La
naturaleza de las crisis capitalistas
El
problema de la crisis está presente en una gran parte de la obra de
Marx, aunque no realice un examen completo o sistemático de la
materia por lo que se deben tener en cuenta los escritos marxistas
posteriores sobre el tema.
La
producción simple de mercancías y las crisis
Con
la sustitución del trueque (mercancía por mercancía) por el
intercambio de mercancías por dinero (y de nuevo dinero por
mercancías), se divide el acto del cambio en dos partes, que pueden
ser separadas en el tiempo y en el espacio. La organización de la
producción por medio del cambio privado, hace posible una crisis
(porque cada productor puede producir más de lo que vende). Ésta
misma sería inconcebible en una economía más simple bajo la
dirección de una autoridad (salvo desastres naturales o guerras), ya
que es una producción para el consumo.
La
ley de Say
Mantiene
que a una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad,
es decir, que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, con lo
que no puede haber crisis ni sobreproducción.
Basándose
en esta ley, los economistas clásicos cerraron el camino a una
teoría de la crisis, por lo que realizaron pocas contribuciones.
Marx
realiza una crítica detallada a la ley de Say, para abrir el camino
al análisis de las causas de las crisis. Para ello separa la compra
de la venta en el tiempo y el espacio.
El
capitalismo y la crisis
La
forma de circulación M-D-M se convierte en el capitalismo en D-M-D,
ya que no se destina al consumo, sino a la obtención de valor de
cambio. D y D representan valor de cambio, por lo que debe de haber
una diferencia cuantitativa entre ambos para que el proceso tenga
sentido. El capitalismo es producción para obtener ganancia, por lo
se hace susceptible a las crisis de sobreproducción.
Para
la mayoría de la gente la relación empieza M-D-M, con el objetivo
de un aumento del valor de uso. La relación D-M-D es la propia del
capitalista, que lo que busca es aumentar la tasa de ganancia. No es
la naturaleza humana la que determina su comportamiento, sino estas
dinámicas.
La
forma específica de las crisis en el capitalismo es una interrupción
del nivel del proceso de la circulación provocada por un descenso en
la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario.
Para
los teóricos modernos hay dos clases de capitalistas: los
empresarios que organizan y dirigen el proceso de producción, y los
poseedores de capital en dinero, que son los inversores. Ambos
reducen su actividad cuando cae demasiado la tasa de ganancia.
Los
dos tipos de crisis
-Las
crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la
ganancia. El proceso de acumulación de capital lleva consigo una
tendencia descendente en la tasa de la ganancia. Si esta tendencia no
se va eliminando progresivamente, el resultado puede ser la crisis.La
tendencia descendente de la tasa de la ganancia fue deducida sobre la
base de que todas las mercancías se vendían en sus valores de
equilibrio; pero si abandonamos esa suposición, puede aparecer otra
posible causa para el descenso del lucro, dando lugar a otro tipo de
crisis.
-
Las crisis de realización. El capitalista puede hallarse
inhabilitado para vender las mercancías en sus valores. Si esto se
produce mucho, el precio de mercado cae por debajo del valor, y la
ganancia se reduce o desaparece. Cuando esto se generaliza, se
produce una crisis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario