jueves, 14 de febrero de 2013

Resumen de Teoría del desarrollo capitalista, Paul M. Sweezy.


Paul Marlor Sweezy (New York, 1910- 2004) fue un marxista y economista estadounidense. Estudió en la Universidad de Harvard, donde se graduó en 1931. Después de graduarse, asistió durante un año la London School of Economics, donde se acercó al marxismo a partir de las lecciones de Harold Laski, un exponente principal del Partido Laborista, y de la lectura de la Historia de la Revolución Rusa de León Trotsky. Fue discípulo de Schumpeter, con quien trabajó y que le apoyó a finales de los treinta y comienzos de los cuarenta. Dedicó prácticamente toda su vida profesional a la docencia y a la investigación. Sus trabajos, de orientación radical, influyeron en numerosas generaciones de economistas y científicos sociales de Europa y América Latina. En 1949 fundó, junto a Leo Huberman, la “Monthly review”. Entre sus obras destacan Teoría del desarrollo capitalista (1942), El capital monopolista (1966), escrito en colaboración con Paul Baran, Sociedad posrevolucionaria (1980), Cuatro lecturas sobre el marxismo (1981) y El marxismo y el futuro (1982).

Primera Parte: Valor y Plusvalía

Capítulo I
El método de Marx
En este capítulo Paul Sweezy explica las característica fundamentales del pensamiento de Marx ante la economía política: el uso de la abstracción y el carácter histórico.

El uso de la abstracción
Según el autor, en el prefacio de la Crítica de la economía política se descubre el intento de Marx y la primera de las hipótesis de su construcción económica. El intento sería describir la anatomía de la sociedad y la sucesiva hipótesis es que el secreto de su funcionamiento está en la economía política. En otras palabras, que una ley económica esta detrás del desarrollo de la vida en la sociedad. Todo esto a través de el denominado método de las aproximaciones sucesivas, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto. De tal modo que se construya una teoría capaz de explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales. Marx recoge, además de Hegel, aquellos elementos que hacían énfasis en el proceso y en el desarrollo a través de conflictos entre fuerzas opuestas o contradictorias. Por tanto, reduce todas las relaciones sociales a las que existen entre capital y trabajo. Esta es para Marx una relación de cambio, es decir, el capitalista compra fuerza de trabajo al obrero y el obrero recibe del capitalista dinero necesario para vivir.

El carácter histórico del pensamiento de Marx
El carácter histórico del pensamiento es fundamental para Sweezy por la consideración de la realidad social como el resultado del proceso de cambio inherente a un juego de relaciones de los factores de producción.

Capítulo II
El problema del valor cualitativo

La tarea de la economía política no solo es cuantitativa sino también cualitativa. El economista debe dirigir su atención al carácter de las relaciones sociales subyacentes a la producción de mercancías. Se llama mercancía a todo lo que se produce para el intercambio, no para el uso directo del productor. Por este el estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio.
Dada esta situación, para Marx, el economista puede hacer un estudio de la relación de cambio desde un doble punto de vista: la relación entre los productos, al que se llamará el problema del valor cuantitativo; y la relación entre los productores, cuyo análisis se hará bajo el título del problema del valor cualitativo.

Valor de Uso
El Valor de uso es la relación entre el consumidor y el objeto consumido. Concretamente, aquella que constituye a éste en su condición de bien en el orden económico. En tanto que se trata de una relación entre el hombre y una cosa, y no de una relación social, Sweezy, siguiendo a Marx, asegura que el valor de uso (también denominado utilidad) no pertenece al objeto de estudio de la economía política.

Valor de cambio
La calidad de las mercancías determina que los productos tengan valor de cambio. El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre las mercancías mismas.es esta cualidad la que constituye, por tanto, un producto en una mercancía.
Para Marx, una mercancía es una valor de uso u objeto de utilidad y, además, es un valor. Como valor de uso, la mercancía es un rasgo social universal. Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de una sociedad que se distingue por dos características principales: la división del trabajo desarrollada y la producción privada.
Es esta afirmación la que llevó a Marx a identificar el trabajo como la sustancia del valor.

Trabajo y valor
La mercancía es siempre, para Marx, el resultado de un trabajo, que puede ser considerado:
a) Como trabajo específico (trabajo útil), es decir, el que se necesita para producir una determinada mercadería.
b) Como trabajo (trabajo abstracto), simplemente en general, que es lo común a toda actividad humana productiva.
En la construcción de su teoría, Marx considera el trabajo como trabajo abstracto, reduciéndolo a un común denominador, de manera que las unidades de trabajo puedan ser comparadas entre sí y sustituidas unas por otras, sumadas y restadas, y, finalmente, agrupadas para formar un conjunto total, el de la capacidad social de producción.
Sweezy afirma, además, que esta hipótesis de Marx se fundamenta en una realidad a la que ha llegado el propio capitalismo, en el que la movilidad de ocupación por parte de los trabajadores es absoluta.
En el mundo capitalista, la relación básica entre los productores de mercancías «adopta a sus ojos la fantástica forma de una relación entre las cosas»: lo que es una relación social, hombre con hombre, es tomada como una relación entre las cosas. Esta dosificación, este desplazamiento de lo que es relación humana por una relación entre mercancías, es como nos dice Sweezy, el corazón y la médula de la teoría del fetichismo de las mercancías de Marx.
Este traslado hubiera sido imposible antes de la aparición del capitalismo, ya que las relaciones de producción conservaban un carácter personal muy evidente. Pero cuando se produce en Europa Occidental en el S. XVII y XVIII, la despersonalización de las relaciones productivas, debido a su desarrollo y complejidad, el productor individual trata con los demás sólo a través del mercado, en el que los precios y las cantidades se convierten en realidades sustanciales.
Es aquí donde la historia del desarrollo humano se separa de la historia del trabajo. Esta situación hace que se de una expropiación del verdadero valor y es ahí donde se da una “cosificación” del sistema. No hay relaciones, hay objetos. Todo está fragmentado. El trabajo adquiere un valor de pura mercancía.

Capítulo III
El problema del valor cuantitativo

Primer paso
La tarea del valor cuantitativo es la de descubrir la naturaleza de las leyes en términos cuantitativos. Es inherente a toda sociedad que el trabajo se aplique a la producción y que ésta sea distribuida entre sus miembros. Lo que cambia a lo largo de la historia es el modo de organizar las actividades de producción y distribución. El valor de cambio es así un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva. Descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor cuantitativo.

El papel de la competencia
En una sociedad de producción simple la oferta y la demanda estarían equilibradas y el precio de la mercancía coincide con su valor real.

El papel de la demanda
El problema del valor cuantitativo es más amplio que la mera cuestión de las proporciones del cambio, y de que incluye un estudio de la asignación cuantitativa de la fuerza de trabajo de la sociedad a las diferentes esferas de la producción en una sociedad de productores de mercancías. Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información: la información sobre el costo relativo en trabajo y la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y otro.Cuando se piensa en las tareas de la teoría del valor cuantitativo, no se puede prescindir de la pauta de las necesidades del consumidor. Hay dos razones fundamentales que explican el visible desdén de Marx por este problema: bajo el capitalismo la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores; y la cuestión de la distribución del ingreso.

Ley del valor” vs. “Principio de planeación”
La ley del valor resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula: las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.
Una de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que en una sociedad productora de mercancías, a pesar de que las decisiones no se toman de un modo centralizado y coordinado, existe el orden y no simplemente el caos. En la medida en que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia y su importancia; el principio de la planeación la sustituye.

El valor y el precio de la producción.
El precio es la expresión monetaria del valor. Los precios de producción son las modificaciones de los valores (de acuerdo con ciertas normas generales).

Precio de monopolio
Los elementos de monopolio dificultan el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El monopolista controla la oferta aprovechándose de la demanda y precio y cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia.
Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio, a diferencia de las de valor cualitativo.

Capítulo IV
Plusvalía y capitalismo
Es importante no confundir la producción de mercancías con el capitalismo si bien es cierto que un cierto grado de desarrollo de esta producción es necesaria para la aparición del capitalismo.

El capitalismo
La propiedad de los medios de producción perteneces a individuos diferentes de los que realizan el trabajo. Tanto medios de producción como fuerza de trabajo son mercancías, objetos de cambio y portadores de valor de cambio. La compra y venta de fuerza de trabajo es la característica específica del capitalismo. La relación se da Dinero-Mercancía-Dinero y la diferencia entre D y D es lo que Marx llama la plusvalía

El origen de la plusvalía
Es conversión de la fuerza de trabajo en mercancía y en su correspondiente valor de cambio.

Los componentes del valor
El valor de cualquier mercancía producida en las condiciones del capitalismo se puede dividir en tres partes:- La primera sólo representa el valor de los materiales y la maquinaria usados, es el capital constante.- La segunda restituye el valor de la fuerza de trabajo, es el capital variable.- La tercera parte es la plusvalía misma. Valor total= c+v+p

La tasa de la plusvalía
La tasa de la plusvalía es la forma capitalista de lo que Marx llama la tasa de explotación, es decir, la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario. Si por ejemplo, la clase explotadora se queda con el producto del trabajo excedente, la tasa de plusvalía sería del 100%.
Su magnitud está determinada por tres valores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo.

La composición orgánica del capital
Es una medida de la relación del capital constante con respecto al capital total, es decir, una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinarias en el proceso productivo.

La tasa de ganancia
Es la proporción crucial para el capitalista, la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital. Desde el punto de vista analítico debe considerarse como dependiente de las dos variables más fundamentales, la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital. En cuanto a los factores que determinan la tasa de ganancia, es fácil demostrar que son idénticos a los factores que determinan la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital. Como en el caso de la tasa de la plusvalía, en el de la tasa de la ganancia se supone la igualdad general entre las industrias y las empresas. Si bien, nos encontramos con un problema, si tanto las tasas de la plusvalía como las tasas de la ganancia son iguales en todas partes, se sigue entonces que, si el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del valor, la composición orgánica del capital debe ser también la misma en todas partes.Es, por lo tanto, inevitable la conclusión de que en el mundo real de la producción capitalista, la ley del valor no ejerce un control directo. Si se demuestra que las modificaciones son de poca importancia, el análisis basado en la ley del valor quedará justificado; si, por otra parte, resultan ser bastante grandes para alterar el carácter esencial de los resultados, entonces, ciertamente, tendremos que abandonar la ley del valor y buscar un nuevo punto de partida.El hecho de que la ley del valor no sea válida en el orden económico capitalista depende, según Marx, de un factor o serie de factores que no constituye sino más bien oculta la esencia del capitalismo.

Segunda parte: El proceso de acumulación

Capitulo V
La acumulación y el ejército de reserva

Sweezy se propone en este parte explicar la teoría de Marx sobre el proceso de acumulación y como este está relacionado con el valor de la fuerza del trabajo y el salario de los obreros. Implícita en el proceso de acumulación va la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, y según la ley del valor esto significaría que el precio subiría: cuando la demanda sube, el precio hace lo mismo. Pero este ley de valor no se puede aplicar a la mercancía fuerza de trabajo porque la fuerza de trabajo no es una mercancía como otras. Para la existencia del capitalismo la plusvalía es esencial, y la plusvalía depende una diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce. Para el capitalismo es entonces necesario mantener los salarios al valor de la fuerza de trabajo. Pero ¿cómo se mantiene el salario en el mismo nivel del valor de la fuerza del trabajo?

Sweezy compara la explicación de Marx con la de la teoría clásica. La teoría clásica explica el desarrollo del precio de la fuerza de trabajo como algo que depende del desarrollo demográfico. Ricardo explica que el trabajo tiene un precio natural y un precio de mercado, donde el primer precio es “el precio necesario para que los trabajadores puedan subsistir y perpetuar su raza”. El precio natural del trabajo equivale, según Sweezy, con el concepto marxista de fuerza de trabajo. El precio del trabajo tiende a ajustarse al precio natural del trabajo, y el mecanismo necesario para asegurar que los salarios permanezcan más o menos al nivel convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población; la teoría malthusiana. Cuando la teoría de Malthus no podía explicar el descenso en la curva de las tasas de natalidad en la década de 1870, la teoría no pudo sobrevivir. Y los economistas se vieron obligados a abandonar la teoría de la población y con ella la teoría clásica de la evolución económica.

La solución de Marx: el ejercito de reserva del trabajo
Marx rechaza la teoría de la población como fundamento de su teoría, y hace la pregunta: “¿qué es lo que detiene los salarios, de tal modo que la plusvalía y la acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y esenciales de la producción capitalista?”. Marx lo explica con desplazamiento de los trabajadores por la maquinaria, e introduce su concepto de “ejército de reserva del trabajo”, o “población excedente relativa”. El ejército de reserva consiste en trabajadores desocupados, que ejercen una presión constante en el nivel del salario. Mientras en la teoría clásica era el desarrollo demográfico lo que decidía el precio del trabajo, es la introducción de la maquinaria, el ejército de reserva de trabajo y las crisis en el capitalismo lo que para Marx conserva el valor del salario al mismo nivel que el valor de la fuerza de trabajo. El proceso es como sigue: La introducción de la maquinaria “libera” obreros, y así crece el ejército de reserva del trabajo. Pero la maquinaria también significa un aumento en la acumulación del capital, que resulta en una apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria. Así desaparece el obstáculo que frena el aumento de los salarios. Para frenar esto, viene la crisis. Las crisis toman lugar como mecanismo capitalista para reconstruir el ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a proporciones muy pequeñas. Para Marx los cambios en los métodos de producción (la maquinara) y las crisis son condiciones necesarias para prolongar la existencia de la producción capitalista (donde la plusvalía es componente esencial).

Capitulo VI
La tendencia descendente de la tasa de la ganancia

La formulación de la ley por Marx y Las causas contrarrestantes
La ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia fue formulada por Marx y en este capitulo es presentada por Sweezy. Marx suponía que la plusvalía era constante, y que la tasa de ganancia (g) varía en sentido inverso de la composición orgánica del capital (o). Cuando o sube, g va a caer. Marx enumeraba seis elementos que contrarrestan y anulan esta relación entre la tasa de ganancia y la composición orgánica del capital. Ellos son 1) el abaratamiento de los elementos del capital constante, 2) el aumento de la intensidad de explotación, 3) la depresión de los salarios más abajo de su valor, 4) la sobrepoblación relativa y 5) el comercio exterior, y 6) la forma de calcular la tasa de ganancia.

Una crítica de la ley
Aunque sí haya una tendencia descendente en la tasa de ganancia, una tendencia que también la teoría clásica ha tratado entender, Sweezy rechaza la ley de Marx, donde el aumento de la composición orgánica del capital explica esta tendencia. Sweezy puntualiza los problemas con la suposición de Marx que la plusvalía es constante cuando la composición orgánica sube. Él explica que cuando sube la composición orgánica, la productividad sube. Si la plusvalía mantiene su valor constante aunque la productividad suba, esto significa que los salarios están subiendo. Pero eso es contrario a la teoría de Marx sobre la relación entre maquinaria, salario, ejército de la reserva y crisis, que Sweezy explicó en el capitulo anterior, y también contrario a lo que dice Marx en otras partes de su libro sobre la relación entre la productividad del trabajo y la tasa de la plusvalía. Sweezy cita Marx, donde él explica como el aumento en la productividad del trabajo es un medio de producción de plusvalía.

Sweezy explica que la acumulación actúa para aumentar la demanda de salarios. Si otros factores no cambian, una elevación de los salarios significa una reducción en la tasa de la plusvalía, algo que significa también un descenso en la tasa de ganancia. Según Marx, el proceso de producción capitalista es esencialmente un proceso de acumulación, y así se puede decir que hay una tendencia descendente en la tasa de ganancia en el capitalismo. Pero, según Sweezy, parece seguro que un aumento en la composición orgánica del capital tenderá a restablecer y aumentar la tasa de plusvalía. Introduciendo maquinaria y otros recursos para economizar trabajo, los capitalistas procuran mantener la tasa de ganancia en su nivel anterior, y aun elevarla por encima de él. Según Sweezy entonces, se tiene que entender el sentido que tiene la composición orgánica del capital para la tasa de ganancia en esta manera, y no como Marx lo propone en su ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia.

Sweezy centra entonces su interés en las fuerzas en la sociedad que tienden a deprimir la tasa de ganancia, y ellas que tienden a elevarla. Los sindicatos trabajan para mejorar las condiciones de los obreros, y así deprimir la tasa de ganancia de los capitalistas. También el estado actúa en ciertas ocasiones en beneficio de los trabajadores, y otras veces actúa en beneficio del capital. Además, las organizaciones patronales, la exportación del capital y la formación de monopolios tienden a elevar la tasa de ganancia.

Tercera Parte: Crisis y Depresiones

Capítulo VIII
La naturaleza de las crisis capitalistas
El problema de la crisis está presente en una gran parte de la obra de Marx, aunque no realice un examen completo o sistemático de la materia por lo que se deben tener en cuenta los escritos marxistas posteriores sobre el tema.

La producción simple de mercancías y las crisis
Con la sustitución del trueque (mercancía por mercancía) por el intercambio de mercancías por dinero (y de nuevo dinero por mercancías), se divide el acto del cambio en dos partes, que pueden ser separadas en el tiempo y en el espacio. La organización de la producción por medio del cambio privado, hace posible una crisis (porque cada productor puede producir más de lo que vende). Ésta misma sería inconcebible en una economía más simple bajo la dirección de una autoridad (salvo desastres naturales o guerras), ya que es una producción para el consumo.

La ley de Say
Mantiene que a una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad, es decir, que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, con lo que no puede haber crisis ni sobreproducción.
Basándose en esta ley, los economistas clásicos cerraron el camino a una teoría de la crisis, por lo que realizaron pocas contribuciones.
Marx realiza una crítica detallada a la ley de Say, para abrir el camino al análisis de las causas de las crisis. Para ello separa la compra de la venta en el tiempo y el espacio.

El capitalismo y la crisis
La forma de circulación M-D-M se convierte en el capitalismo en D-M-D, ya que no se destina al consumo, sino a la obtención de valor de cambio. D y D representan valor de cambio, por lo que debe de haber una diferencia cuantitativa entre ambos para que el proceso tenga sentido. El capitalismo es producción para obtener ganancia, por lo se hace susceptible a las crisis de sobreproducción.
Para la mayoría de la gente la relación empieza M-D-M, con el objetivo de un aumento del valor de uso. La relación D-M-D es la propia del capitalista, que lo que busca es aumentar la tasa de ganancia. No es la naturaleza humana la que determina su comportamiento, sino estas dinámicas.
La forma específica de las crisis en el capitalismo es una interrupción del nivel del proceso de la circulación provocada por un descenso en la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario.
Para los teóricos modernos hay dos clases de capitalistas: los empresarios que organizan y dirigen el proceso de producción, y los poseedores de capital en dinero, que son los inversores. Ambos reducen su actividad cuando cae demasiado la tasa de ganancia.

Los dos tipos de crisis
-Las crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia. El proceso de acumulación de capital lleva consigo una tendencia descendente en la tasa de la ganancia. Si esta tendencia no se va eliminando progresivamente, el resultado puede ser la crisis.La tendencia descendente de la tasa de la ganancia fue deducida sobre la base de que todas las mercancías se vendían en sus valores de equilibrio; pero si abandonamos esa suposición, puede aparecer otra posible causa para el descenso del lucro, dando lugar a otro tipo de crisis.
- Las crisis de realización. El capitalista puede hallarse inhabilitado para vender las mercancías en sus valores. Si esto se produce mucho, el precio de mercado cae por debajo del valor, y la ganancia se reduce o desaparece. Cuando esto se generaliza, se produce una crisis.

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